La transición hacia la eficiencia energética en entornos industriales ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica para las empresas. No solo por el ahorro económico que representa, sino también por la creciente presión normativa, la competitividad global y los objetivos de sostenibilidad. En este contexto, los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) se han consolidado como una vía eficaz para financiar parte de las inversiones necesarias para mejorar el rendimiento energético de las instalaciones.
Una de las actuaciones más directas y accesibles para generar estos certificados es la renovación de sistemas de iluminación industrial por tecnología LED, especialmente en entornos industriales con alta exigencia operativa y presencia de zonas ATEX. En muchos casos, esta mejora puede combinarse con sistemas de control inteligente que optimizan aún más el consumo energético y aumentan el retorno de la inversión.
¿Qué son los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) y cómo funcionan?
Los Certificados de Ahorro Energéticos son un mecanismo regulado por el Real Decreto 36/2023 y gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), cuyo objetivo es incentivar la implementación de medidas de eficiencia energética. Permiten certificar y monetizar, de forma oficial, los ahorros energéticos derivados de una actuación concreta.
Su funcionamiento es simple: la empresa ejecuta una actuación que reduce el consumo energético; un verificador acreditado valida ese ahorro; y se genera un certificado que puede venderse a un sujeto obligado (comercializadora), generando un ingreso directo para la empresa ejecutora.
Proyectos elegibles para CAEs: el caso de la iluminación LED
Estas acciones están incluidas en el catálogo oficial de actuaciones tipo del MITECO, lo que facilita su tramitación y la cuantificación del ahorro.
Entre las actuaciones más frecuentes que permiten generar CAEs destaca la sustitución de luminarias obsoletas por iluminación LED industrial de alta eficiencia. En el sector industrial, los requisitos y criterios de cálculo se especifican en la ficha IND050: Sustitución del sistema de iluminación por sistema con fuentes luminosas y/o luminarias tipo LED.
Para que el proyecto sea elegible, se marca como requisito la implantación de un sistema de información de consumos y horas de funcionamiento. Las plataformas de control inalámbrico con tecnologías IoT permiten realizar esta tarea con facilidad.
La incorporación de sensores de presencia, luminosidad o sistemas de control horario permiten incrementar considerablemente el ahorro de energía y, en proyectos grandes, generar CAEs adicionales mediante la certificación de una actuación singular.
¿Por qué empezar por la iluminación?
La renovación de iluminación industrial es una de las medidas con mejor retorno económico y técnico. Entre sus ventajas:
- Reducción del consumo eléctrico de hasta un 70% con tecnología LED
- Bajo mantenimiento y alta durabilidad
- Mejora de las condiciones de seguridad, especialmente en instalaciones ATEX
- Posibilidad de incorporar control inteligente y sistemas de análisis energético
Estas mejoras pueden generar ahorros adicionales que pueden llegar hasta el 90% cuando se combinan con tecnología de sensorización y automatización.
¿Cómo se tramitan los CAEs?
Para que una actuación pueda generar un certificado de ahorro energético, deben cumplirse ciertos requisitos técnicos y administrativos:
- Incluirse dentro del catálogo oficial de actuaciones tipo del MITECO, lo que simplifica la estimación del ahorro generado.
- Seguir un procedimiento de verificación mediante un verificador energético acreditado.
- Ser ejecutada por una empresa habilitada o en colaboración con una entidad que gestione la tramitación del CAE ante el Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE).
Aunque pueda parecer complejo, existen actualmente empresas especializadas en gestionar esta tramitación para facilitar el proceso a las industrias. De hecho, muchos fabricantes de tecnología ya trabajan con estos agentes homologados para ofrecer este servicio integrado en sus proyectos.
Un ejemplo práctico
Una instalación industrial con 300 luminarias de 150W de tecnología obsoleta puede reducir su potencia instalada a la mitad con LED. Si se incorporan sensores de presencia y control horario, es posible reducir el consumo global en más de un 75%. Para una inversión aproximada de 100.000 €, el incentivo obtenido mediante CAEs puede alcanzar entre 10.000 y 40.000 €, según el tipo de actuación y el volumen de ahorro certificado.
Este tipo de proyectos suelen tener retornos de inversión inferiores a los tres años, lo que, combinado con el apoyo financiero del CAE, convierte la actuación en una mejora fácilmente justificable ante dirección financiera o corporativa.
Tecnología e innovación como catalizadores
El cambio a LED es solo el primer paso. La tendencia actual apunta hacia sistemas de iluminación conectados e inteligentes, capaces de integrarse con plataformas de gestión energética o con otros sistemas industriales mediante protocolos estándar.
En este sentido, ya existen soluciones tecnológicas desarrolladas específicamente para entornos industriales exigentes —incluso en zonas clasificadas ATEX— que combinan iluminación, sensorización inalámbrica y conectividad IoT. Estas plataformas permiten no solo reducir el consumo energético, sino también obtener datos en tiempo real sobre el comportamiento de la instalación, anticipar fallos o detectar ineficiencias operativas.
Algunas soluciones actuales, incluso en entornos ATEX, permiten desplegar estos sistemas de forma inalámbrica, sin alterar infraestructuras existentes. Su aplicación se está extendiendo progresivamente en sectores como el petroquímico, químico, farmacéutico y logístico.
Los Certificados de Ahorro Energético representan una oportunidad real y tangible para las industrias que buscan mejorar su eficiencia energética sin comprometer sus presupuestos. Entre todas las posibles actuaciones, la renovación de la iluminación industrial —especialmente si se acompaña de control inteligente— ofrece una de las mejores relaciones entre inversión, ahorro y retorno.
Aprovechar este mecanismo no solo permite acceder a financiación parcial, sino que impulsa mejoras técnicas con beneficios inmediatos en operación, mantenimiento y sostenibilidad.
Para las empresas que ya están trabajando en la digitalización de sus instalaciones, integrar la iluminación dentro de esta estrategia representa un paso natural. Y para aquellas que aún están comenzando el camino, representa una puerta de entrada accesible a la eficiencia energética del futuro.